Sin Brújula.

Y después de luchar contra la nieve, las ramas, los lobos, y las lechuzas llegamos a ese paraíso blanco, esa planicie que nada te dice, que nada te impone, que sólo te lleva a imaginar. Después del cansancio por llegar hasta allí, te preguntas ¿Y ahora qué?¿Cuál es mi verdadero camino?, y nos sentimos más atrapados que cuando estábamos en problemas, porque, ya no hay qué ocupe tu cabeza, y sin embargo debes llenarla con algo..
Tus pies te llevan hacia un lugar que se ve más verde, tus ojos sin embargo hacia donde hay más luz, tu corazón sin embargo, intenta volar para llegar al cielo, y sientes al fin, cómo tu cuerpo es una máquina a la cual tienes que guiar. Pero ¡Demonios!, ¿A dónde?¿Con quién?, y te ves superado, tu garganta empieza a apretarse, tus piernas a flaquear, tus ojos se sienten apretados y húmedos, y tu corazón late como si aún estuvieras en batalla... Que desesperación más grande la de estar allí, te cuestionas todo, y ves todos los puntos de cada lugar, de cada meta disponible...
Después comienzas a retroceder, y recuerdas cada paso que diste, buscando el lugar en donde tu brújula cayó, y te equivocaste de camino, Porque... Así no es la vida ¿Verdad?, todos tienen destinos maravillosos menos tú. Sin embargo, qué es lo que ocurre cuando todos tenemos esa visión... ¿Somos un simple mundo desgraciado que no se suicida, por un vago y potente miedo a la muerte?.
Pero te dices: Hay gente que lo tiene todo, Salud, Amigos, Familia, Dinero, y aún así no es feliz. Por lo menos, el que carece de algo tiene derecho a reclamar y que el mundo lo escuche, sin embargo, Tú, Maldito inconformista, debes cerrar tu boca porque no pusieron en tu camino los mismos obstáculos de tu compañero. Mas luego reflexionas, y ves que tú eres el maldito inconformista y que igual, estás en ese desierto blanco, y que no sabes que hacer...
Te dices, ¿Y dónde están todos esos firmes pilares que ayer tuve?, y vuelves al proceso anterior, y te das cuenta de que tú, si tú, eres el que domina cualquier pilar, eres la primera roca de una construcción...
Y allí viene tu primer objetivo, Ser una mejor persona, quererte y conocerte, respetarte y ser feliz.
Comienzas a caminar, cuando te das cuenta que ¡Oh Dios!, a nadie le han enseñado como se hace eso. Sabes que caerás, y estarás a punto de morir en tus intentos por ser así, pero son los riesgos que se corren, son los términos que tú aceptaste, y ¡Vamos! no te podrás rendir a la mitad, que fíjate, aún te quedan mínimo 50 años, para poder cruzar una línea que se llama plenitud.