Para ti y para todos

27 noviembre 2008

Do it!

Hoy quisiera decir que mis intenciones son buenas, que no hay espacio en mi alma para declarar más amor.
Es como ese budismo, que define automáticamente como dolor, que te hace reconocer la parte fea del asunto.
¡Es tan doloroso!, es difícil separarte del mundo, o por lo menos, de lo que alguna vez fue tu mundo, importante saber, un mundo que me gustaba, y mundo que odiaba por su simple perfección. Quería a ese mundo, amaba a ese mundo. Pero el mundo.. Es tan individualista. Que me hace ser individualista. Y no quiero serlo.
¡Eran tan pocas cositas!, hoy extraño taaantas pequeñeces.
Extraño los sábados a las 7 de la mañana, ¡sobre todo en invierno!, cuando no pasábamos frío. También me gustaban (y sigo amando) las frutillas con crema, esas que eran transparentes. Cómo no amar la lluvia, que siempre nos permitía marchar en paz, con el pelo goteando, y con nuestros costados secos al abrazarnos. También, cuando me retabas, porque me quedaba dormida si nos tendíamos, ¿te acuerdas?. Que mi mamá nos llamaba, y siempre tardábamos en bajar.. Cuando viajábamos en el auto, y me hacías sonrojar al despedirnos frente a ellos.. Pero aún así lo hacía, aunque el corazón me latiera, de la misma forma que cuando nos besábamos.
Ay Dios, lo único que quiero es que seas feliz. Sí. De la forma que estás ahora, tan tranquilo y adolescente como cualquier persona normal podría creer a primera vista.
Ah, sí, también, quiero dejar de quererte, al parecer, voy por el camino más largo, por el más duro, el más mojado, el más demente, el más triste, el más melancólico, el más decepcionante y el más realista. Sin embargo, el más (por no decir único) verdadero y firme.

0 percepción(es):